“Las aves acá se siente en paz, por eso vienen a visitarnos”, nos dice Eloy Ochoa, el encargado de la cocina del Cock of the Rock Lodge, el lugar de ingreso para al Área de Conservación Privada Bosque Nublado. Tiene más de doce años trabajando en este albergue que promueve el ecoturismo y la conservación. Recibe a los turistas con amabilidad y contempla todos los días a los monos capuchino, colibríes y añujes que pasean con tranquilidad por este rincón de la selva de Cusco. Su mirada te dice todo, ama este lugar.

Cock of the Rock Lodge es administrado por la Asociación Perú Verde que vive protegiendo el patrimonio biológico y cultural del Perú. Bosque Nublado es un ejemplo de ello. Además de conservar la naturaleza, ayuda a crear puestos de trabajo sostenibles con las personas y comunidades de la zonas en donde se desarrollan. Cuando eligieron estar en esta parte del país, no se equivocaron. Pasar tan solo unas horas en el valle del Kosñipata hará que tu vida no vuelva a ser la misma. Los esposos Barrie y Georgia Ashby, turistas estadounidenses, han regresado al Perú en dos ocasiones y en ambas estuvieron en esta parte de la selva cusqueña. “La tranquilidad, la energía que se siente acá, es increíble”, nos contaban mientras pequeños y verdes colibríes se les acercaban como para que les tomen una foto.

El valle del Kosñipata es uno de los lugares con mayor riqueza y biodiversidad del planeta. Consta de seis pisos altitudinales y se puede apreciar en todo momento los cambios en la vegetación y en la fauna. Mientras más bajo se encuentre, los bosques se empiezan a tupir un poco más. La neblina se moverá frente a ti, como bailando, y decenas de aves de colores y de nombres impronunciables, irán hacia a ti sin desconfiar. La belleza de esta zona del país es incomparable. Dicen los observadores de aves que es el paraíso para encontrarse con estas criaturas que hacen viajar a casi cinco millones de personas al año por todo el planeta. El Perú es junto con Colombia los dos países con mayor diversidad de aves en el mundo. Ambos albergan a más de mil ochocientas especies. El recordado ornitólogo estadounidense Theodore Parker III vivía fascinado con este país. “El Perú puede ofrecer a los ‘pajareros’ entusiastas más que ningún otro país en el mundo. Es como ser un niño y visitar una gran tienda de juguetes nuevos y fascinantes”.

El relieve del ACP Bosque Nublado es variado. Vas desde los mil trescientos metros sobre el nivel del mar y llega hasta los tres mil aproximadamente. Tiene una extensión de más de tres mil quinientas hectáreas y su existencia es de gran valor para la humanidad, ya que sirve como zona de amortiguamiento y resguardo del Parque Nacional del Manu, uno de los lugares más megadiversos en todo el planeta. Esta parte del valle del Kosñipata actúa como una esponja. Absorbe la lluvia, condensa las nubes y libera el agua poco a poco en las partes bajas. Esto reduce las inundaciones y los deslizamientos, lo que reduce la sedimentación.

En este lado del Perú, a ciento ochenta kilómetros de la ciudad de Cusco, es fácil sorprenderse. Y en ACP Bosque Nublado, los sentidos se agudizan. Tu vista se vuelve capaz de reconocer colores brillantes que son imposibles en la ciudad. Tu olfato se familiariza con el olor de la tierra húmeda. Tus manos sienten texturas distintas en cada una de las hojas que tocas. Los monos se acercan, los añujes caminan al lado tuyo sin importarles tu presencia y decenas de investigadores llegan todos los años al Cock of the Rock Lodge, que también sirve como centro de investigación, para estudiar y comprender la naturaleza.

Viajar por el país y recargarse con toda la energía que nos regala la naturaleza, es algo que todos tenemos que hacer en algún momento de nuestras vidas. ACP Bosque Nublado es un perfecto lugar para conectarse con lo que nos rodea.