“Estaba buscando un sitio para vivir y conectar más con la naturaleza”, nos contó Ramón Delucchi, quien junto con toda su familia se involucró en el cuidado de una porción de Madre de Dios, una de las zonas más ricas del mundo pero también una de las más amenazadas. Mientras unos solo se quejan, esta familia, unida a otras más de la zona, actúan, suman, ven el vaso medio lleno. Plantaron cientos de shihuahacos, pijuayos, ungurahuis, entre otras especies de la zona. En la actualidad tienen un albergue con todas las comodidades en el que reciben a los turistas como si estuvieran en su propia casa. Ellos, con esta maravilla de lugar, nos invitan a sentir lo mismo que ellos todos los días.

A esta familia siempre le gustó viajar mucho por el Perú. Todas esas experiencias de niño, volvieron curioso a Ramón que desde pequeño quería conocer Madre de Dios. Es en 1998 cuando llegó por primera vez a uno de los lugares más diversos del planeta. Y casi de inmediato se quedó absorto, no podía creerlo. Acá se quedaría y empezaría esta carrera maratónica llamada conservación.

La familia peruano-suiza Weyrauch Delucchi viene apoyando el uso sostenible de los recursos naturales en Madre de Dios desde que adquirieron dos predios intervenidos por tala y agricultura. Estaban deforestados, dejados a la suerte de los que llegaran a ultrajarlos. Están ubicados en las orillas del río Tambopata, en la comunidad de La Torre y fueron adquiridos por la familia en el 1998, año en que Ramón Delucchi, el mayor de los hermanos visitó la Comunidad La Torre y se enamoró. Tenían lo que estaban buscando: un lugar de reencuentro con la Madre Naturaleza que permita demostrar que conservándola y estudiándola se puede sacar provecho de ella sin destruirla. Por ello, construyeron un lodge que lo complementan con salidas por el río y paquetes turísticos que te ayudarán a sentirte parte de este mundo.

Una de las opciones más divertidas para hacer en Inotawa es ir al Lago Valencia. Este se encuentra en el sur de la selva amazónica del Perú, en la frontera con Bolivia. Con dieciocho kilómetros de largo, es el lago más grande de Madre de Dios y un lugar único para observar aves y mamíferos. Se pueden apreciar jacanas, shanshos, garzas, mamíferos -como la cada vez menos vista nutria gigante-, y así como una gran variedad de peces que los pobladores nativos pescan para su consumo. Inotawa es una experiencia completa. Puedes ir y compartir las actividades diarias de las familias que viven en la comunidad La Torre. Sembrar y cosechar plátano, yuca y arroz, hasta pescar y preparar comidas y bebidas típicas de la región, como masato, tacacho, juanes y chapo. También aprenderá a confeccionar artesanías a base de semillas y lianas, y conocerá sobre la manera tradicional de construir las casas en esta parte de la selva del Perú.

Inotawa en idioma Ese’eja significa hilo verde, hilo de continuación simbiótica con el bosque. Esta es la razón del nombre de esta empresa familiar dedicada al ecoturismo y turismo vivencial. La familia promueve la conservación en la comunidad La Torre, con la que mantiene un estrecho vínculo y con la que ha generado una alianza estratégica junto a la iniciativa de ecoturismo vivencial Asociación de Moradores de la Torre para el Uso Sostenible y Ecoturismo del Tambopata (AMTUSET), la misma a la que pertenecen los pobladores de la Torre, incluida la familia Weyrauch Delucchi.

El reconocimiento del Estado Peruano a sus dos predios como Áreas de Conservación Privada: Inotawa I con 15,59 hectáreas e Inotawa II con 58,92 hectáreas, es un anhelo cumplido que les recuerda que no se equivocaron cuando pensaron que la conservación era el camino a seguir y que llena de orgullo a madre y hermanos. Para Cristina Weyrauch, la matriarca de la familia este es un indicador que se está marcando la senda a seguir, y así lo evidencian los avistamientos cada vez más frecuentes de sachavacas, águilas arpías, osos perezosos y muchas más especies de fauna que en años anteriores no se reportaban en esta zona.

Todos los días salen a las cuatro de la mañana para ver a los loros en la collpa La Torre, al Lago Tres Chimbadas y hacen caminatas diurnas y nocturnas que avivan todos sus sentidos. Se puede hacer de todo. Desde salir en busca de caimanes, hasta excursiones en kayak, balsas y bicicletas. Es una experiencia total en contacto con la naturaleza. Según el Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbidi), esta zona tiene la mayor densidad de fauna en todo el río Tambopata, siendo una de las más preciadas por los observadores de aves.

Cada vez los encuentros con sajinos y huanganas son más. El bosque está más saludable y las especies lo agradecen. Hace más de quince años no se registraba un tapir o sachavaca en la zona. Desde el 2012 se empezaron a encontrar su huellas en los alrededores y han comenzado a entrar a la collpa de mamíferos que se encuentra dentro del ACP. Si quiere vivir una experiencia distinta viajando por el Perú y ayudar a motivar a más personas a seguir protegiendo y conservando nuestro país, conocer una experiencia como Inotawa, es algo que tiene que hacer. Atrévase a enamorarse perdidamente todos los días de su vida.