fbpx

Tambo Ilusión

Tambo Ilusión

armandoArmando Rodriguez ha logrado que el Fundo Lituania, que compró hace ya unas décadas, se convierta hoy en un bosque saludable. A pocos minutos de Tarapoto, Tambo Ilusión y su laguna mágica nos invitan a que entremos a otra frecuencia. Por si el sitio en sí no fuese suficiente, aquí también se practica el yoga, la meditación y una vida saludable.

Conozca la historia de uno de los pocos bosques que quedan en los alrededores de Tarapoto.  Un terreno, que alguna vez fue un pastizal sin expectativas, fue rescatado por un soñador que lo ayudó a vencer al terrorismo y al narcotráfico. Hoy es un lugar de meditación y paz interior. 

La ficha técnica

Personas de Contacto:

Armando Rodríguez Tynan

Teléfonos:

(51) 942754466

Correo:

artynan@gmail.com www.tamboilusion.com

Clic aquí para enviar correo

Ubicación:

San Martin

Extensión:

14.29 ha

Norma:

RM 075-2010-MINAM, Fecha de Publicación 07.05.10

Vigencia:

10 años

Objetos de
Conservación:

  • Conservar una muestra representativa de bosque tropical de selva alta
  • Conservar cuerpos de agua
  • Conservar la flora y fauna silvestre asociada a los ecosistemas de bosque tropical

La primera vez que Armando Rodríguez llegó a Tarapoto, este terreno en medio de la selva, estaba pelado. Servía para la producción de aguardiente. Había un trapiche y un alambique. Tenía pocos árboles. La tierra era explotada para sembrar caña de azúcar y para que el ganado pastee. Pocos se imaginaban este espacio lleno de árboles y vegetación. En las casi quince hectáreas del fundo Lituania, menos de la quinta parte conservaba algo de bosque. Y este se encontraba condenado a desaparecer. El anterior dueño talaba y cogía a placer estos árboles para obtener leña y preparar su aguardiente. El celeste cielo no tenía su complemento ideal: el verde fuego. Este se encontraba opacado por la gracia humana. Rodríguez había trabajado unos años en Cusco y Madre de Dios en el sector turismo. Era 1985 y viajando por el Perú en busca de un lugar donde vivir, llegó a este indefenso predio para ver lo que nadie más. Lo compró y llamó Tambo Ilusión.

Armando Rodríguez tiene un rostro transparente, sincero. Tiene una mirada tranquila y cuando observa su terreno, sus ojos brillan como los de un enamorado. “Este lugar contaba con un gran potencial paisajístico. Vi la quebrada y el pequeño manantial y pensé que se podía recuperar”, nos contó Armando recordando esas épocas en las que podía ser visto como un desquiciado. Esa era su casa, lo supo desde que lo vio. Su tarea era identificar qué actividades podía realizar ahí para poder demostrar que se puede convivir con la naturaleza sin depredarla. Su experiencia en Cusco y Madre de Dios, le hizo darse cuenta de todo lo que podía rendir esas tierras. El plan consistiría en combinar la conservación, el ecoturismo y la Permacultura. Esta última, una filosofía de vida que tiene como base el yoga, la meditación y la medicina natural para lograr la plenitud. Sin embargo, el terror alejó a Armando de sus sueños. Sendero Luminoso y el narcotráfico convirtieron al departamento de San Martín en un lugar inseguro en la segunda mitad de los años ochenta. Con mucha pena, Rodríguez tuvo que irse. Durante su ausencia, lo poco que había avanzado recuperando el bosque, se perdió. Quemaron la vegetación, hicieron lo que quisieron. No regresó hasta 1996. Su esperanza y ganas no se apagaron en todos esos años fuera de su casa, todo lo contrario, se alimentaron.

Su bosque estaba pálido. Tenía pinta de enfermo a pesar de que lo rodeaba un sano verde. Cuando pensó que el terror había terminado, hizo un proyecto de zoocriadero destinado a la investigación en la crianza de sajino, una especie de chancho de monte. Esto no duró mucho tiempo. La supuesta paz post terrorismo que vivía el país, no incluía a la región de San Martín. Ante la vuelta de la inseguridad, se tuvo que ir por segunda vez. Y como todo optimista, regresó una vez más. En el 2003 reinició su labor de recuperación del bosque. Reparó su casa que estaba derruida y empezó a reforestar con la ayuda de la Municipalidad distrital que le donó plantones forestales. Fue construyendo poco a poco todas sus instalaciones. Comenzó a plantar cientos de árboles. Caobas, cedros, pucaquiros, shainas, bolainas, yacushimbillo y otras especies fueron apoderándose del fundo Lituania como si fuera un milagro. El campo se fue regenerando. Implementó un vivero en donde come lo que siembra. Y hoy han pasado menos de diez años y casi toda su propiedad es bosque. Él mismo afirma que el suyo es uno de los pocos que se puede encontrar en los alrededores de Tarapoto.

El ACP Tambo Ilusión tiene en la entrada un manantial en el que los visitantes aprovechan para nadar, refrescarse e intentar ubicar las 96 especies de aves que vuelan en el lugar. Rodríguez afirma que su sitio, a un lado de la cadena de montañas Cordillera Escalera y del valle del río Mayo, “es una joya” y “un santuario para aves”. En la parte alta de su terreno construyó un mirador desde el que se tiene una vista panorámica del bosque y es ideal para contemplar la flora y fauna del lugar. Los observadores de aves son los que más lo utilizan. A su vez este sirve de descanso necesario ante los más de 30 grados centígrados que suele estar Tarapoto. Como para recostarse en las hamacas y disfrutar del viento que refresca todo tu cuerpo.

La principal amenaza que tiene esta Área de Conservación Privada son los incendios forestales. Estos ponen en riesgo el bosque y desaparece gran cantidad de especies de flora que son de mucha utilidad para Armando y los pobladores de Tarapoto, como plantas medicinales, maderables, melíferas, palmeras, aguaje, pijuayo y otras que dan alimento a la fauna silvestre. En estas casi 15 hectáreas conviven una gran cantidad de especies como pequeños mamíferos, aves, ranas con los colores del arco iris, reptiles, mariposas, monos pichicos, por nombrar algunos. La tranquilidad que se vive en este lado de la selva peruana, es incorruptible. No hay nada que pueda distorsionarla. Ni siquiera cualquier brote de violencia. Por ello, Armando aprovecha la oportunidad y promueve la meditación, el yoga y un estilo de vida natural siguiendo la filosofía de la Permacultura. Puede armar grupos y visitar este rincón del departamento de San Martín en donde conectarse con lo que te rodea es una opción de vida. Después de veinticinco años desde la compra, viene cumpliendo sus metas. Hizo de este un paraíso y nos demostró que no es necesario explotar el bosque para convivir con él, sino todo lo contrario, se puede llegar a la felicidad plena, cuidándolo y entregándole todas sus energías.

 

  • Visítanos

    Tarapoto se puede visitar todo el año.  El clima es caluroso y húmedo.  De marzo a mayo es época de lluvia.  Siempre tiene que llevar consigo un impermeable, zapatillas ligeras, bloqueador solar, repelente, linterna y ropa de baño. En Tambo Ilusión hay 5 tambos dobles cómodos y un tambo compartido para recibir visitantes. Tiene una capacidad de 15 huéspedes.

    Un lugar ideal para meditar y hacer yoga. El canto de las aves y el susurro del viento contra los árboles lo ayudarán a conectarse consigo mismo y la naturaleza.

    Para llegar es sencillo. Desde Tarapoto tome  la carretera a Yurimaguas y a la altura del kilómetro 2.5 dobla en el desvío a la derecha (pasando Laguna Venecia). Desde ahí es aproximadamente un kilómetro de camino vecinal hasta llegar al predio. El tiempo en auto o en moto es aproximadamente de 15 minutos desde Tarapoto.

  • Ayúdanos a Conservar

    Para recibir voluntarios se requiere previa coordinación con Armando para organizar las actividades que se pueden hacer. Cuentan con toda la infraestructura para recibir a los voluntarios. Actualmente, están necesitados de materiales de construcción naturales para continuar la construcción de más tambos para recibir a los visitantes. Necesita madera rolliza, caña brava u hojas de palmeras como shapaja y yarina. En el mercado local, existe una gran demanda de estos materiales, por lo que se hace muy complicado obtenerlos. Por tal motivo, uno de sus proyectos a mediano plazo es empezar la reforestación de alguna de estas especies destinadas al autoconsumo para hacer más sostenible su modelo de vida.

    También están iniciando proyectos de lombricultura y permacultura; producción forestal en el vivero; y ecoturismo. En estos momento cuenta con un sendero por el que se puede conocer su variado bosque. Pretende identificar las especies que tiene en el lugar y mejorar la señalización de las ya identificadas. Si está interesado en darle una mano, no dude en comunicarse con él.

    A su vez, en el corto plazo quiere acondicionar unas pozas alimentadas por el agua de la laguna para criar peces para autoconsumo y después usar el espacio abonado por los peces para cultivar arroz orgánico.

    Armando es un optimista que te contagia con sus ganas. Conózcalo, sienta toda la vida que tiene su predio y ayúdelo a conservarlo.