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Día del Mar Peruano: Mi ola soñada, por Carolina Butrich

MAUI TWEAKED

Para nadie es un secreto que el mar peruano es uno de los más ricos del mundo. Las miles de especies que habitan en él han logrado que se convierta en un atractivo gastronómico inigualable. Sus playas atraen a miles de turistas cada año. Además, a lo largo de todo el litoral se forman increíbles olas que son aprovechadas para la práctica de deportes acuáticos.

Sin embargo, suele verse amenazado por la contaminación, la sobreexplotación de sus recursos o la construcción de infraestructuras que alteran su curso natural. Frente a ese escenario, muchos son los esfuerzos que se realizan para protegerlo, como las campañas de voluntariados de limpiezas, estrategias de educación ambiental o campañas de recolección de fondos para proteger olas.

En el año 2000, el Perú se convirtió en el primer país en el mundo que cuenta con un sistema legal para proteger sus olas: la Ley de Rompientes. Sin embargo, para que se asegure su preservación, se necesitaba de expedientes técnicos de cada rompiente. Por ello, en el 2015 nació la campaña ciudadana HAZla por tu Ola, para recaudar los fondos necesarios para la elaboración de estos documentos. Miles de personas se han sumado a esta campaña, logrando que 33 olas estén ya legalmente protegidas.

Carolina Butrich dedica su vida a proteger las olas del mar peruano. Ella forma parte del equipo de Conservamos por Naturaleza y, desde el 2015, asumió el reto de ser la coordinadora de HAZla por tu Ola. Sus esfuerzos por la conservación le valieron el Premio Carlos Ponce del Prado en el año 2019, en donde se la reconoció como Joven Profesional Destacada. Su pasión por el mar la llevó a representar al Perú en campeonatos de windsurf por todo el mundo. En el 2010 obtuvo el primer lugar del título mundial para damas del Formula Experience.

¿Qué motiva a Carolina a proteger el mar peruano? ¿Cuál es su relación con él? En este #DíaDelMarPeruano, ella misma nos lo cuenta:

Carolina Butrich: Mi ola soñada

Ho’okipa, Maui, Hawaii. 2012. Siento una mezcla de nervios y emoción, al saber que estoy a punto a correr por primera vez en mi vida la mítica ola del Northshore hawaiiano, la Meca del windsurf. Estoy parada en la orilla, viendo a todos mis ídolos hacer maniobras que solo había visto antes en fotos y videos. Lo hacen ver fácil pero sé que no lo es: la fuerza de las olas, la corriente que te arrastra mar adentro, las rocas en las que se que terminaré si cometo algún error. Pero las condiciones del viento y olas están perfectas para entrar por primera vez. Sé que estoy preparada para esto, así que camino un paso a la vez hacía el mar.

Sentí los mismos nervios y emoción cuando, tres años después, presentábamos la campaña Hazla por tu Ola en la galería Dédalo de Barranco, frente a un grupo de personas interesadas en la conservación de nuestro mar. Solo habían pasado dos semanas desde mi primera reunión con Bruno (Monteferri), donde me planteó crear y coordinar una campaña para proteger legalmente las olas del Perú. El reto era recaudar 50 mil dólares de la ciudadanía –no de organizaciones ambientalistas– para proteger las 10 olas más emblemáticas de nuestra costa en el marco de la Ley 27280.

Pacasmayo, Perú. 2015. Desde la orilla, se ve el tren de olas que se extiende por más de un kilómetro a lo largo de la playa. He surfeado está ola decenas de veces, pero nunca dejará de impresionarme su longitud y perfección. Si además soplan 18 nudos de viento side-off, sabes que las condiciones no pueden ser más perfectas y hay que entrar a aprovechar cada segundo en el agua. No hay muchas personas en el mar, así que puedo esperar y seleccionar la mejores olas de la serie para disfrutarlas haciendo lo que más me gusta en el mundo.

Esa misma sensación de felicidad siento hoy al pensar lo que hemos logrado con la ley de rompientes y Hazla por tu Ola: nos hemos convertido en el único país en el mundo con un sistema legal de protección de olas bajo el cual se ha logrado proteger 33 rompientes a lo largo de toda la costa, y nuestro modelo empieza a ser replicado en otros países. Hemos logrado involucrar a cientos de tablistas, amantes del mar y decenas de empresas, articulando diversos actores de la sociedad civil y del Estado por un objetivo común: la conservación de nuestro mar.

El camino hacia la protección de nuestro mar es largo y plagado de desafíos: regular la extracción pesquera, establecer y gestionar áreas marinas protegidas –como el Mar Tropical de Grau y el Dorsal de Nasca– para proteger nuestra biodiversidad marina, integrar a los pobladores locales en el aprovechamiento sostenible de sus recursos, hacer del turismo un catalizador para el desarrollo de los pescadores artesanales, y mucho más. Sin embargo, el futuro es esperanzador. La experiencia con las olas nos ha regalado una gran lección: que es posible lograr que los ciudadanos se sientan dueños de su mar y luchen por conservarlo.

Solo las cosas importantes dan miedo y emoción, es una señal de que avanzamos, que crecemos. Pero son ellas también las que nos generan mayor satisfacción cuando logramos los resultados esperados. Lo importante es no tenerle miedo a los retos y enfrentarte a ellos con ganas, ya sea sobre las olas de Ho’okipa o luchando por proteger legalmente ese mar que tanta felicidad nos da. No importa lo que queramos hacer, si trabajamos con pasión y dedicación, estaremos siempre un paso más cerca de lograrlas.

+ La FENTA ha identificado 144 rompientes en todo el país, por lo que todavía quedan muchas olas por proteger y seguimos trabajando para lograrlo. Este 2020, buscamos recaudar fondos para financiar los expedientes técnicos que lograrán la protección de Máncora, Órganos, El Ñuro. Más información en www.hazlaportuola.pe

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