Personas de Contacto:
José G. La Torre Montoya
Teléfonos:
990444066 / RPM: #024436
Correo:
jlatorrem@gmail.com
Ubicación:
Amazonas
Extensión:
1,140.5429 ha
Norma:
R.M. Nº 1458-2006-AG, Fecha de Publicación 01.12.06
Vigencia:
10 años
Objetos de
Conservación:
A unos kilómetros de Kuelap, monos nocturnos, osos de anteojos y pumas comparten un hábitat natural con el ser humano. Más de mil hectáreas de bosque lo invitan a meterse entre los árboles, mojarse en sus aguas y disfrutar de uno de los últimos lugares de su tipo en el mundo. Esto, lo que hoy nos puede parecer normal como beber agua, en unos años se podría convertir en un lujo como ir a la luna.
José La Torre heredó este terreno en Amazonas. Se considera uno de los pioneros en conservación privada en esta parte de la selva peruana. En 1908 su abuelo compró este gran lote sin pensar en lo que vendría. La Torre y sus ocho hermanos invierten su tiempo en un proyecto de conservación de la biodiversidad que pretende ser ejemplo para las comunidades que hay alrededor.
Están promoviendo el ecoturismo y la investigación. Tienen un circuito de caminatas que une Colcamar, Lanche, pasa por Huiquilla y termina en el imponente Kuelap. Encontrará complejos de piedras que aún no han sido desveladas completamente. Los amaneceres serán cada vez más coloridos. Y la naturaleza sabia le regalará todos los días espectáculos únicos. Cielos coloridos, monos jugando entre los árboles, aves alimentándose de barro con los primeros rayos de sol, son solo algunas cosas que ninguna tarjeta de crédito puede pagar.
La Torre invita a todos a visitarlos. Inclusive están tratando de cautivar a distintos investigadores, biólogos, estudiantes para que vayan a trabajar en la zona. En nuestra visita, Pamela Nina Falcón estaba en medio de una investigación con el comportamiento de los murciélagos. El desarrollo vendrá de la mano con el turismo y él lo ve como la mejor opción de vida. Quieren conservar los bosques, mantenerlos en buen estado y que todas las generaciones que vengan también puedan conocerlo y aprender en él.
Existen dos formas. La primera es vía aérea Lima – Chiclayo, para luego continuar por carretera afirmada hacia Chachapoyas. Los buses salen a partir de las 7 de la noche para llegar al día siguiente aproximadamente a las 5 de la mañana. El tiempo de viaje de Chachapoyas a Huiquilla es de una hora y media aproximadamente.
La segunda. Vía aérea Lima – Tarapoto. Luego coja la carretera afirmada hacia Moyobamba. En este último trayecto es posible trasladarse a través de autos particulares, coaster, etc, cuyo tiempo de viaje es de 2 horas. Luego se continúa viaje hacia Nueva Cajamarca (20 minutos), para continuar hacia Pedro Ruíz (3 horas) y continuar hasta Chachapoyas (1 hora).
Si bien todo el año es hermoso, recomiendan visitarlo entre mayo y noviembre ya que en el resto del año hay mucha lluvia.
Cuentan con una casa en donde brindan servicio de alojamiento a investigadores que realizan estudios de investigación al interior del ACP. También brindan servicio de alojamiento para aquellas personas que requieran realizar actividades de ecoturismo al interior e inmediaciones del ACP.
José La Torre y todos sus hermanos están encantados de recibirlos en el ACP. La mejor forma de apoyarlos es ir a visitarlos y hacer conocido el área.
Ellos están implementando cada vez más la casa de visita pero necesitan camas y colchones para recibir a los investigadores o turistas. Con 300 soles ellos pueden adquirir una cama y un colchón. Cualquier ayuda, no dude en comunicarse con ellos.
También están trabajando el mejoramiento de trochas y caminos en el ACP. Buscan crear una ruta bien señalizada para llegar a Kuelap, que se encuentra a unas tres horas de camino. Si está interesado en apoyarlos, ellos lo necesitan.
Lo rodean restos arqueológicos y bosques naturales que son vistos solo en documentales de televisión. Huiquilla, aunque no lo crea, está dentro del Perú y debería ser un lugar de paso obligatorio en nuestras vidas.