En amarakaeri, una lengua indígena de la selva, “Boa Wadack Dari” significa “Vamos a la tierra Linda”. Este dialecto es hablado en las comunidades nativas de Diamante y Shiringayoc. En este punto en Madre de Dios nació Mario Corisepa y su esposa Micaela Shimbo, quienes todos sus conocimientos se los deben al bosque y sus bondades. Ellos tratan de cuidar el lugar donde viven, haciendo algo que debería ser natural pero que en nuestros tiempos es visto como algo fuera de lo común. Mario resalta que su pueblo sabe cómo aprovechar los bosques para que estos nunca se acaben. Él y su familia quieren compartir con todos esa sabiduría selvática.

Toda su vida vivieron en el bosque y éste es su principal biblioteca. Encuentran cómo aprovechar la naturaleza para la medicina, la arquitectura, la caza, el vestido y todo lo relacionado con la vida diaria. Le sacan provecho al máximo sin aprovecharse de él ni destruirlo. La familia Corisepa Shimbo adquirió el predio en el año 1984. Lo llamaron Boa Wadack Dari y fue una oportunidad para conservar algo propio. Querían seguir transmitiendo sus conocimientos, valores y sabiduría a sus nueve hijos, así como ellos aprendieron. Pasaron los años y se dieron cuenta que había que dar un paso más. La certificación como Área de Conservación Privada. Y recién en este año se les reconoció como tal. De ahora en adelante, se vienen muchos planes más.

En el ACP se encuentran parches de bosques primarios intervenidos. Destacan árboles adultos como el tornillo, el Caimito, el Huicungo, entre otros. En ellos habitan murciélagos y aves, además sirven como alimento para la fauna. A su vez se usan para la elaboración de artesanías, medicinas y tintes. Es el paraíso para los biólogos y amantes de la naturaleza. Hay cincuenta y tres especies de mariposas, doce de reptiles, cuarenta y nueve de escarabajos, siete de monos, treinta y siete de anfibios, ciento ochenta y cuatro de aves, tan solo por nombrar algunos.

Muchas cosas preocupan a los Corisepa. El crecimiento alarmante de la agricultura migratoria, la tala ilegal y sobre todo de la minería informal. Todos estos causan la progresiva desaparición del bosque en esta parte de Madre de Dios. Por ese motivo no descansaron hasta ser reconocidos como ACP. El principal propósito: mostrar a los vecinos que se puede y tiene que vivir pensando en el futuro de los bosques e hijos. Para ello implementarán un centro de rescate cultural indígena. Este ofrecerá un pequeño parador turístico donde se enseñe y se difunda la cultura nativa, considerado un grupo de alta vulnerabilidad por el impacto negativo de las actividades que se realizan alrededor.

Esfuerzos como estos se tienen que resaltar y apoyar. La familia Corisepa trabaja incansablemente para darle un futuro a sus hijos y a los de todo el Perú.