La decisión de los comuneros de la Comunidad Campesina de Ollanta era clara. Querían conformar un Área de Conservación Privada para preservar el bosque de Polylepis denominado Choquechaca y sus alrededores. De esta manera nació la idea de disminuir los niveles de deforestación que amenazaba la biodiversidad del lugar. En primera instancia, se pretendió recuperar y conservar los procesos ecológicos que desarrollaban en el bosque y así, mejorar las condiciones de vida de los comuneros a través de la generación de ingresos gracias al ecoturismo.

Otras de las razones por la que los comuneros consideraron importante preservar el bosque era proteger el nevado Alancoma (cabecera de cuenca) cuyo deshielo forma ríos y riachuelos y sus aguas discurren hacia la zona urbana de todo el sector de Ollantaytambo. Esta agua sirve para el consumo directo de los habitantes y para el riego de las plantaciones agrícolas. Gracias a la cercanía al parque arqueológico de Ollantaytambo su conservación se vuelve necesaria ya que servirá como zona de amortiguamiento para la preservación y conservación de los centros arqueológicos con que cuenta dicho parque, como son la Zona Arqueológica Pumamarca, Tumbas Chichumarca, Mutsca Pujio, Anaquelcca, entre muchos otras.

En los últimos años, con el apoyo de la Asociación Ecosistemas Andinos-ECOAN, se ha tratado de contrarrestar el proceso de deterioro del bosque mediante la implementación de políticas de preservación, conservación, recuperación y cuidado de los bosques y se logró convencer a la comunidad de tomar medidas inmediatas para conservar los recursos naturales de la zona. Después de todo este proceso se pudo finalmente solicitar al Estado el reconocimiento del ACP Choquechaca.

Sobre el sitio de conservación
El ACP Choquechaca, destaca por su extenso paisaje natural rodeado de ríos, quebradas y nevados. En su interior, se desarrollan varios procesos ecológicos. Además, hay pajonales, pastizales, bosques de queñua y matorrales, y una gran diversidad de aves y mamíferos propios de la zona.

Esta zona, muestra una amplia diversidad ecosistémica que comprende principalmente bosques húmedos nublados andinos y altoandinos, ecosistemas de páramo, bosques secos y matorrales. Por sus variadas condiciones fisiográficas y climáticas propician una diversidad de zonas de vida natural y ecosistemas.

Destaca en el bosque de Choquechaca el género Polylepis, registrándose en esta zona tres especies de Polylepis: Polylepis lanata, Polylepis flavipila, y, Polylepis microphylla. Este bosque es más homogéneo. En su mayoría se muestran como bosque disperso debido a que existen zonas deforestadas por la quema y tala de los árboles para habilitar terrenos de cultivo. Este lugar presenta características especiales de humedad, precipitación y suelos, las cuales son propicias para la existencia de bosques y vegetación asociada, así como la lejanía a centros poblados evita una mayor tala dentro de este. Estos bosques se encuentran asociados estrechamente al hábitat de una serie de aves endémicas en peligro de extinción, así como a mamíferos típicos de la zona.

La existencia de queñuales en la zona hace posible la presencia de especies de aves especialistas a dicha especie, tal es el caso de: Cinclodes aricomae  (CR), Lepthastenura xenothorax (EN) y Anairetes alpinus (EN) las cuales son consideradas como especies críticas  y en peligro. Estas están acompañadas de otras especies como: Oreotrochilus estella, Aglaeactis cupripennis, Aglaeactis castelnaudii, Leptasthenura yanacensis, Asthenes urubambensis, Grallaria andicolus, Scytalopus simonsi, Ochthoeca fumicolor, Cranioleuca albicapila, Ochthoeca oenanthoides, Polioxolmis rufipennis, Xenodacnis parina, Oreomanes fraseri.