Bosque Seco Amotape: el basural que se convirtió en un bosque
El Área de Conservación Privada Bosque Seco Amotape fue transformada de un basural sin árboles a uno de los ejemplares de bosque seco mejor conservados del país. Aquí también se encuenta una de las cuatro estaciones de anillamiento de aves en el Perú.
Por: Daniel Contreras Zuloaga
En un lugar idílico frente al mar tropical de Tumbes se encuentra el Área de Conservación Privada Bosque Seco Amotape.
En sus terrenos, al lado de la carretera, hay gentiles colinas cubiertas por un ecosistema del que queda poco el Perú: el bosque seco, repleto de algarrobos, faiques, zapotes, huarangos, overales y otras especies nativas.
Pero no siempre fue así. Hace solo un poco más de dos décadas, este lugar era un basural sin árboles.
Javier Chang adquirió este terreno en los años 90. Fue una apuesta arriesgada, porque pocos estaban dispuestos a comprar tierras en una zona donde las tensiones con el vecino Ecuador estaban altas, y pronto sería escenario de un conflicto fronterizo con ese país.
Apasionado de la conservación, Chang decidió reforestar la zona con especies nativas.
“Este esfuerzo comenzó a principios de 1996. Reforestamos con algarrobo, charán, palo santo y hualtaco entre 24 personas. Culminamos la primera fase justo antes del Fenómeno del Niño de 1997”, cuenta Adán Huamán, guía del área. “Antes, los pocos árboles que había se talaban para el carbón. Ahora, las plantas están bien cuidadas y anualmente cada diciembre se siembran nuevos plantones”.
“Mi papá empezó por su amor a la naturaleza. Con el tiempo, vio que había creado un ecosistema y empezaron a aparecer aves que antes no se veían. Así fue creciendo este bosque”, recuerda Susana Chang, titular del ACP.
Hoy en día, Bosque Seco Amotape es uno de los espacios mejor conservados de bosque seco en nuestro país. En Perú, este ecosistema ocupa una superficie total de aproximadamente 3,422,904 hectáreas, lo que representa el 4.7% del total de bosques en el país. Diversos estudios indican que solo queda el 5 % de los bosques secos que alguna vez hubo en el país.
Ciencia y educación ambiental
Es en medio de este bosque que se encuentra una de las únicas cuatro estaciones de anillamiento de aves en todo el país, donde se identifica, estudia y se hace seguimiento a las aves de la zona, incluyendo especies endémicas.
‘Pajarear’, es como coloquialmente le llaman a esta actividad los jóvenes estudiantes voluntarios que madrugan día a día para entrenarse y convertirse en biólogos certificados en anillamiento de aves. Todos comparten una cosa, y es la pasión por las aves.
“Creo que a través de las actividades de anillamiento podemos mostrar a las personas la importancia de conservar los bosques para las poblaciones de aves”, afirma Jelicsa Peña, bióloga voluntaria en la estación.
Peña explica que cuando interactúan con las aves de forma cercana, la gente ve lo frágiles que son y eso los concientiza. “Lo más gratificante es la interacción con los niños, que se emocionan al ver y tocar las aves”, cuenta.
Esta estación también brinda un curso de anillamiento para el público general que atrae a participantes del Perú y del extranjero. Además, el ACP es escenario del Bosque Escuela, un espacio de educación ambiental para los más pequeños donde se les enseña sobre los beneficios del bosque y la naturaleza.
“En Bosque Escuela ofrecemos una experiencia de aprendizaje de cosas sostenibles. Por ejemplo, con permiso del SERFOR mostramos como las ramas residuales del palo santo se pueden triturar y reutilizar para espantar a mosquitos y las malas vibras”, explica Susana Chang.
“Le pregunto a los niños qué beneficios dan los árboles, y muchos responden que dan leña o carbón. Yo les explico que, si bien eso es cierto, también es destructivo, y les hago la comparación: al extraer leña o carbón matas al árbol y se acaba el beneficio. Pero si los utilizas para elaborar productos sostenibles, obtienes un beneficio continúo”, añade Chang.
La Asociación Bosque Seco Amotape también organiza actividades de ciencia ciudadana con estudiantes universitarios, escolares y miembros de la comunidad aledaña de Nueva Esperanza.
Gracias a estas actividades y al turismo, este ACP se autosostiene financieramente.
¿Quieres visitar Bosque Seco Amotape? Encuéntralo en la carretera Panamericana Norte Km. 228, en el distrito de Zorritos.