Bosques Secos del Marañón en la lista de ecosistemas frágiles del Serfor
Esta semana, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) incorporó nueve ecosistemas naturales del departamento de Amazonas a la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles. ¿Qué incluye esta lista? Nada más que áreas naturales de alto valor de conservación, con una gran riqueza en especies de flora y fauna silvestre, muchas de ellas endémicas, es decir, que solo se encuentran en esta parte del mundo, y lamentablemente en estado de amenaza.
Foto: Walter H. Wust
Uno de estos ecosistemas es el Bosque Estacionalmente Seco Interandino Marañón Libre, ubicado a lo largo del río Marañón en los tramos entre Amazonas y Cajamarca. Es el hogar de especies endémicas como el fringilo inca de ala gris (Incaspiza ortizi), el periquito de cara amarilla (Forpus xanthops) y el gorrión jaeno (Incaspiza watkinsi). Estas especies se encuentran en un alto grado de amenaza, tal es así que aparecen en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y están categorizadas como vulnerable en el Libro Rojo de la fauna silvestre amenazada del Perú del Serfor.
Este es un ecosistema único en el mundo y es uno de los lugares de mayor importancia para la conservación en el Perú. Está dentro del hotspot para la conservación de los Andes Tropicales, ya que registra una de las tasas más altas de endemismo. La particularidad de este ecosistema es que se encuentra en medio de valles interandinos, una zona con temporada de lluvias muy corta, pero que gracias a los sedimentos que transporta el río Marañón desde los Andes, posee suelos y bosques muy fértiles.
“El nivel de endemismo es tan importante que se le compara a las islas Galápagos por ser un ecosistema que al igual que una isla, está aislado por las cadenas montañosas que tiene a ambos lados”, nos comenta Bruno Monteferri, director de Conservamos por Naturaleza.
Fotos: Cristian Díaz
Bosques amenazados: una historia de nunca acabar
Estos ecosistemas identificados e incluidos en la lista de Serfor son lugares constantemente amenazados y vulnerables producto de las actividades humanas que se desarrollan en ellos o en su entorno.
“Pese a la importancia de estos ecosistemas, no se encuentran debidamente representados en nuestro Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado. Únicamente hay un área de conservación regional, el ACR Bosques Estacionalmente Secos del Marañón, y áreas de conservación privada como el ACP Gotas de Agua, que protegen dichos ecosistemas. Pero no son suficientes frente a las amenazas que enfrenta. Hay proyectos de megarepresas, propuestas de carreteras y cientos de hectáreas de bosques deforestados para la agricultura”, añade Bruno.
Existen organizaciones como Marañón Waterkeeper que con organizaciones locales y universidades, se preocupan por la protección del río Marañón y sus ecosistemas. Juntos vienen realizando campañas de incidencia en la región para resaltar la importancia ambiental de la zona y alertar de los peligros a los que se enfrenta.
[Firma la petición: Marañón sin represas]
En mayo de este año, la SPDA presentó un informe en el cual analiza el estado jurídico ambiental de las megarepresas Veracruz y Chadín 2 que pretenden ser construidas en el río Marañón, justo en la zona del ecosistema identificado por Serfor. Según el informe, la construcción de Veracruz implicaría la inundación de 32.5 km2 de bosque, mientras que Chadín 2 inundaría 36 km2.
El análisis de la SPDA señala que el contexto que llevó a la promoción de estas represas ha cambiado de manera significativa y construirlas no tiene ya una justificación económica. Según diversos expertos y las mismas empresas que están detrás de dichos proyectos, estos han dejado de ser comercialmente viables.
Además, las certificaciones ambientales de ambos proyectos han perdido vigencia. Sin embargo, la población directamente afectada no ha sido notificada oficialmente, pese a presentar fuerte oposición a la construcción de estas megarepresas.
Foto: Cristian Díaz
Serfor señala que la identificación de estos ecosistemas es uno de los insumos principales para realizar la zonificación forestal, porque permite determinar cuáles son las zonas de protección y conservación ecológica.
La inclusión de los Bosques Estacionalmente Secos Marañón Libre refleja la necesidad de que existan más iniciativas para la conservación de ecosistemas de este tipo. “Además, establece condiciones para el uso de la flora y fauna silvestre, que deberían convertirse en la regla para la gestión de predios en dicho ecosistema. La zona tiene un potencial gigantesco para el turismo y es necesario que además del Serfor, el Ministerio de Turismo y también el Ministerio de Cultura, dado que hay centenares de pinturas rupestres y petroglifos en las zonas aledañas, le presten la atención que merecen”, finaliza Bruno.
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