Captura de un majaz con una cámara trampa en Cocachimba, Amazona. Foto: Piero Rengifo.

Por Piero Rengifo, especialista en sistema de información geográfica (GIS) de Conservamos por Naturaleza. 

La biodiversidad es uno de los recursos más importantes y valiosos de nuestro planeta y, en los bosques altoandinos, esta diversidad es especialmente rica y frágil. Por eso, es fundamental tomar medidas para su conservación. Una herramienta clave en este proceso son las cámaras trampa. 

Las cámaras trampa son dispositivos que se utilizan para fotografiar y grabar a la fauna silvestre que habita en los bosques. Estas cámaras se colocan en lugares estratégicos, como senderos y puntos de agua, y se activan cuando un animal pasa frente a ellas. De esta manera, los investigadores pueden obtener información valiosa sobre los hábitos y comportamientos de los animales, así como también sobre su número y distribución. 

La importancia de las cámaras trampa radica en que nos permiten conocer mejor la biodiversidad de los bosques y así tomar medidas para su conservación. Al conocer la presencia de diferentes especies animales en un área determinada, podemos evaluar la salud del ecosistema y su capacidad para mantener la diversidad biológica. También podemos detectar amenazas a la biodiversidad, como la caza furtiva y la deforestación, y tomar medidas para prevenirlas. 

Además, las cámaras trampa son una herramienta útil para la educación y la concientización sobre la importancia de la biodiversidad. Las imágenes y videos de animales capturados por las cámaras pueden ser utilizados para mostrar a la comunidad la riqueza natural que los rodea y la importancia de su conservación. 

Actualmente, desde Conservamos por Naturaleza venimos realizando capacitaciones en el uso de cámaras trampa a los miembros de los comités ambientales en el Valle de las Cataratas, Amazonas. Se espera que con el uso de esta tecnología podamos obtener información valiosa sobre los animales que habitan en estos ecosistemas, detectar amenazas a la biodiversidad y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de su conservación.  

Con el trabajo realizado, ya hemos podido registrar a especies como el majaz (Agouti paca) y esperamos poder tener un mayor registro que nos sirva como indicador de buena salud de los bosques en esta zona. 

Es importante seguir utilizando y promoviendo el uso de estas herramientas para asegurar la protección de la biodiversidad y el bienestar de los ecosistemas altoandinos. ¡Sigamos trabajando juntos para cuidar nuestra madre Tierra!