Foto: Andina

Una niña a la cual se le anima a observar y cuestionar es una niña que crecerá segura de sí misma con ganas de aprender y romper esquemas. A más niñas empoderadas, más mujeres científicas seguras de sí mismas con gran capacidad de aportar a nuestra sociedad.

Escribe: Rocío López de la Lama / PhD(c) de la Universidad de Columbia Británica

Perú es un país maravilloso para poder hacer ciencia. La gran biodiversidad, múltiples ecosistemas y los paisajes invitan a uno a perderse en la fascinación de un gran espectáculo natural. No solo eso, también la diversidad de culturas, modos de vida, lenguas e historias nos da muchísimo material para perdernos entre sus letras y descubrir nuevas relaciones entre sí. Todo esto da pie a una enorme cantidad de preguntas científicas por resolver.

La ciencia es amplia, no se limita a las ciencias básicas (biología, física, matemática y química), sino que también incluye a las ciencias aplicadas donde el elemento fundamental es la aplicación del método científico para probar nuestras hipótesis y llegar a conclusiones. El método científico es algo tan elemental en la ciencia que a veces nos olvidamos de que en nuestra vida cotidiana estamos haciendo ciencia.

La manera de hacer ciencia, podríamos decir, es tan variada como las personas. La imagen de un científico va mucho más allá de alguien con bata blanca en un laboratorio. Sino que puede incluir alguien en el campo con binoculares, alguien con un cuaderno de notas conversando con personas, incluso una persona leyendo y resumiendo en su computadora. No nos limitemos pensando que no somos o podemos ser científicas y científicos si no estamos atrás de un microscopio, pues no hay nada más alejado de la realidad.

En este Día de la Mujer y las Niñas en la Ciencia promovamos el método científico. Fomentemos la curiosidad y el observar, hacer preguntas y plantear tentativas hipótesis, el hacer experimentos y analizar nuestros resultados, así como llegar a conclusiones. Una niña a la cual se le anima a observar y cuestionar es una niña que crecerá segura de sí misma con ganas de aprender y romper esquemas. A más niñas empoderadas, más mujeres científicas seguras de sí mismas con gran capacidad de aportar a nuestra sociedad.

Lamentablemente, una niña curiosa y preguntona no siempre es bien visto porque rompe con los moldes tradicionales y anacrónicos de género en Perú. Por ello hay que trabajar aún más en fomentar este tipo de comportamiento entre las pequeñas. Fomentemos a que pregunten, observen, corran, se ensucien, y estén en contacto con el mundo. Así les daremos la oportunidad de cuestionarse lo que ven.

Hoy celebremos esa capacidad innata de las niñas y niños de experimentar el mundo sin restricciones. Hoy soñemos con la posibilidad de tener una sociedad más libre y empoderada en el futuro cercano cuya base es la equidad de género.