Reforestando el Valle de las Cataratas
La conservación de los bosques nubosos de Amazonas, sus cataratas y de la vida que albergan se ha convertido en la misión de muchas de las personas que viven a su alrededor. ¿Cuáles son los esfuerzos que día a día buscan proteger este mágico lugar?
Escribe: Francisco Meléndez
En las alturas de Amazonas, el Valle de las Cataratas posee la fama grabada en su nombre. Ubicado en la provincia de Bongará, entre los distritos de Cuispes y San Pablo de Valera, este valle tiene en su territorio a dos de las cataratas más altas e impresionantes del mundo: Gocta (771 m) y Yumbilla (895 m). Además, en la zona pueden visitarse alrededor de 10 cataratas como Chinata (541 m) y Pabellón (440 m).
Estas caídas de agua se ubican en medio de un bosque particular: el bosque nuboso, que cumple una gran función ecológica al ser capturador de carbono y guardián de agua. Es decir, almacena el agua en su follaje y suelo para luego liberarla a la atmosfera y generar lluvias.
Además, es hogar de numerosas especies como el colibrí cola de espátula (Loddigesia mirabilis) y el mono choro de cola amarilla (Oreonax flavicauda) que solo viven en esta parte del mundo y de las que depende la subsistencia del ecosistema.
La importancia ecológica de estos ecosistemas se acentúa por el contexto global de crisis climática, por lo que el Valle de las Cataratas necesita ser conservado. Existen esfuerzos que ya se vienen desarrollando, por ejemplo, para proteger los árboles de la comunidad campesina de San Pablo mediante la iniciativa Reforestamos por Naturaleza. Y, al mismo tiempo, se viene regenerando el bosque mediante la reforestación de especies nativas en los caminos comunales que conectan a Gocta con centros poblados como Cocachimba.
Conservando ecosistemas de alto valor
Santiago Santillán vive en Cocachimba y se despierta temprano para alistar a Pacho, su mulo de crin oscura, que llevará en dos viajes a la Quebrada de Golondrina alrededor de 150 plantones de aliso, cedro y shaina. Ordenados y en canastones de seguridad estos “bebés” de árboles nativos viajarán trepando un cerro por 2.5 kilómetros para luego ser sembrados por el equipo de trabajo.
Estas especies, al ser oriundas del ecosistema, permiten capturar nitrógeno de la atmósfera para nutrir el suelo, conservar agua para liberarla pacientemente durante la época seca y compartir sus frutos como alimento para majestuosas especies como el colibrí cola de espátula o el mono choro cola amarilla que habitan el Valle de las Cataratas.
Una vez que los plantones llegan a buen recaudo estos son desmontados cuidadosamente por David Meza, Angelita Yalta, Nori Cruz y Mario Cruz, quienes viven en los centros poblados de Cocachimba y La Coca, y participarán en la reforestación del camino.
Foto: Jhon Aguilar
Santiago, el arriero, brinda también ayuda. El camino hacia la quebrada Golondrina cuyos márgenes ahora serán el hogar de estos árboles, es empinado y amaneció resbaladizo por las lluvias nocturas. Una vez que Pacho, el mulo, está sin carga, Santiago rápidamente se levanta y lo conduce por 2.5 km de vuelta hasta el vivero de Cocachimba. Hace falta una segunda travesía para llevar hasta Golondrina los platones restantes. “Es importante que las actividades terminen antes de las 3 o 4 pm”, comenta Angelita. “Las lluvias en el bosque nuboso si bien suelen ser impredecibles en esta época del año, casi con seguridad que vienen por las tardes”.
Reforestando en comunidad
La reforestación al camino que conduce a la quebrada Golondrina es una de las actividades que Conservamos por Naturaleza viene impulsado para regenerar, conservar y proteger el Valle de las Cataratas. En lo que va del 2022 se ha logrado sembrar más de 10 000 árboles nativos gracias al trabajo de personas como Angelita y Santiago, como por alianzas con residentes de Cocachimba y gobiernos locales.
Foto: Jhon Aguilar
Algunas de las especies que se vienen reforestando y son producidas por viveros locales en Pedro Ruiz, Palmira y Jucusbamba son el romerillo, el aliso, la shaina, el olchoc, el cedro y recientemente el árbol nacional del país: la quina, para la cual se ha podido contar con el monitoreo de especialistas en el desarrollo de la especie. Además, se viene apoyando a los comités ambientales locales para el manejo de equipos como cámaras trampa y GPS, y brindando el soporte a viveros comunales y municipales.
También existen iniciativas voluntarias de reforestación como la que lidera Sergio Abugattas, un artista que dirige Gocta Lab, un centro de innovación y sostenibilidad en el medio del bosque nuboso, y quien tiene un serio compromiso con la regeneración de ecosistemas. “El valle de las cataratas viene teniendo un desarrollo económico y social muy acelerado. Impulsado por los atractivos turísticos naturales esto representa un riesgo para el bosque”, comenta.
Y es que, en los últimos años, el valor de los terrenos del Valle de las Cataratas se ha multiplicado, generando así una gran presión por el suelo y los espacios naturales prístinos que aún se mantienen en pie. Eliana Torres, quien forma parte del comité ambiental de Cocachimba, cuenta: “Es cada vez más importante conservar el bosque, solo así podremos conservar la flora, la fauna y el agua que cada año escasea más”
De la misma manera, gobiernos locales como la Municipalidad distrital de Cuispes y la Municipalidad distrital de San Pablo de Valera vienen impulsando esfuerzos para conservar y regenerar las áreas naturales del Valle de las Cataratas: el alcalde de Cuispes Neiser Galoc lideró la construcción y puesta en marcha del vivero municipal de Cuispes para reproducir 50 000 plantones de aliso, café y quina que permitan generar sistemas agroforestales con bajo impacto en el ecosistema, y la regeneración de áreas degradadas por la ganadería.
Súmate a la conservación
El Valle de las Cataratas tiene una importancia natural y paisajística mayúscula. Puedes sumarte a la conservación y regeneración de este ecosistema frágil visitando el valle y vinculándote con personas que lideran iniciativas de conservación o también adoptando un árbol en Reforesta.pe Con seguridad que las futuras generaciones de amantes de la vida y naturaleza te lo agradecerán.
Enlaces de interés
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