“Vivamos en armonía con la naturaleza”, se refresca con su abanico y nos dice Julia Alegría después de caminar dos horas para entrar a su Área de Conservación Privada: Selva Virgen, desde la carretera Iquitos-Nauta. Sentada sobre una banca afuera de su cabaña nos confesó, con su estilo fresco y gracioso, que todo lo que teníamos alrededor era su vida. Hacerle daño al planeta es hacerlo a nosotros mismos, le decía su padre. La rondaban los mosquitos y ella solo los espantaba.
Conoce más sobre esta historia en este enlace.