A unos kilómetros de Kuelap, monos nocturnos, osos de anteojos y pumas comparten un hábitat natural con el ser humano. Más de mil hectáreas de bosque lo invitan a meterse entre los árboles, mojarse en sus aguas y disfrutar de uno de los últimos lugares de su tipo en el mundo. Esto, lo que hoy nos puede parecer normal como beber agua, en unos años se podría convertir en un lujo como ir a la luna. Más información sobre cómo llegar aquí.