Desde pequeño, Mario Vera ha tenido una pasión por el desierto, volviéndolo su hábitat. A bordo de tubulares, navega sobre las dunas, se desliza sobre ellas como si fuesen olas de arena. Su proyecto de vida es una invitación a compartir su pasión. Su objetivo: que más gente se interne en el desierto y conozca sus diversas facetas y colores. Según él, ello permitirá que se interesen por este ecosistema y que los paisajes del desierto se preserven para los que vengan después. Al fin y al cabo, nosotros, como las dunas, también estamos de paso.
Realización: Dana Bonilla y Bruno Monteferri